domingo, 27 de noviembre de 2016

PERSONALMENTE


Es curioso lo lejana que resulta una desgracia
 cuando no nos atañe personalmente.
John Steinbeck




Es el sonido continuo de la lluvia descargando contra el suelo lo que te despierta. La misma lluvia que ensucia los cristales que reflejan un tiempo que no cesa. Un tiempo que te contempla, escondiendo una media sonrisa, entre los pliegues de los días que pasan. Y en tu cabeza, un botín de pensamientos que no sirven para nada, que te obligan a vivir bajo el contraluz que se forja con el gusto acre de las cosas muertas y la gracia misma que para ti guardan. Te buscas pero aquel cristal, marcado por el agua, te descarta una vez más y entonces comprendes que todo aquello que otros dijeron en el pasado iba en serio. Permaneces en pie porque es imperativo.



2 comentarios:

  1. Sí. La lluvia tiene esas cosas cuando la miras,los ojos se ponen en ese punto indefinido, y uno piensa sin pensar, algo extraño. No sé a qué dimensión de nuestra existencia pertenecen esos instantes.

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    1. pensar sin pensar y sin saber realmente si conviene seguir pensando.

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